24 Junio 2015
Pesquisa leva sabor da banana prata anã para Europa

Investigación transporta sabor de banana plata anã a Europa


La fruta precisa llegar verde a su destino para pasar por proceso de climatización.

La banana más comercializada en el mundo es del tipo enana, que diferentemente de que muchos pueden pensar, está lejos de ser la más consumida en los países productores de la fruta. En Brasil, por ejemplo, la mayoría de las más de 100 mil toneladas de bananas exportadas por año es enana, todavía, más de 60% de las bananas consumidas en el país son del tipo plata. Acontece que la enana es la más resistente al proceso de exportación que los otros tipos de la fruta. Ese facto llamó atención de productores del Norte de Minas Gerais, que buscaron ayuda de la UFV para conseguir exportar el sabor de la banana plata enana para Europa.

La demanda por una pesquisa aplicada que posibilitase la entrada de bananas plata enana en el mercado europeu, a principio en Portugal, se originó en la Asociación Central de los Fruticultores del Norte de Minas (Abanorte), de Janaúba (MG), cuyo potencial de producción de esa variedad es grande, y la misma logró llegar a las manos del profesor Departamento De Fitotecnia de la UFV Luiz Carlos Chamhum Salomão. El primero contacto fue intermediado por la Federación de Agricultura y Pecuaria del Estado de Minas Gerais (Faemg) y ocurrió en 2011. Mas, a partir de 2012, después del establecimiento de un convenio, el investigador pasó a coordinar una serie de experimentos que tenían como objetivo entregar un conteiner de bananas plata enana con calidad para ser comercializadas en Portugal.

De acuerdo con Luiz Carlos, el transporte de bananas de Brasil para Europa ocurre exclusivamente vía navío y dura desde 24 a 26 días. La fruta precisa llegar verde a su destino para pasar por el proceso de climatización – que es el madurado forzado – y ser adquirida y consumida con calidad. Actualmente, la banana enana domina el mercado internacional, porque es más resistente a ese proceso. Otras variedades de la fruta poseen vidas postcosecha cortas, como la plata enana, que se amarilla y entra en proceso de senescencia – la putrefacción – rápidamente.

Experimentos
El profesor cuenta que ya había realizado experimentos relacionados a conservación de bananas en la UFV, más las condiciones de la pesquisa empleada eran distintos. Entonces, él invitó a investigadores vinculados al campus Janaúba de la Universidad Estadual Montes Claros para participar del trabajo, primeramente, en pequeña escala – con conjuntos de tres bananas.

Fueron abordados especialmente tres aspectos en la postcosecha: punto de cosecha, para que la fruta pudiese suportar varios días aún verdes; temperatura de almacenaje y absorción del etileno – hormono responsable por inducir el madurado. “Fueron series de experimentos para llegar a un resultado”, destaca Luis Carlos.

El punto de cosecha ideal de la banana plata enana fue con 32 milímetros de diámetro, una fruta “más delgada”, que lleva más tiempo para madurar porque está menos propensa a la reacción con el etileno. Ya la temperatura de almacenaje fue de 14,5ºC. El Profesor Luiz Carlos explica que, en los experimentos realizados en Viçosa, las bananas eran refrigeradas a 10ºC durante 25 días y después, ellas se quedaban perfectamente maduras. “Cuando intentamos poner la banana de Janaúba en la cámara fría, a 10ºC, la misma se quedó con la cáscara oscura. Eso evidenció que la región del cultivo es muy importante”. Cuando se alcanzó los 14,5ºC y la cáscara de la banana plata enana no se quedó oscura, siguieron entonces a la próxima fase: la absorción del etileno producido por la fruta. La sustancia que presenta esa característica es el permanganato de potasio, que fue introducido a través de sachés dentro de los embalajes estandarizados para exportación, compuestos por bolsas plásticas herméticas y cajas de cartón.

Después que los experimentos iniciales lograron los resultados esperados, el momento fue de realización de testes del proceso elaborado en escala comercial. Eso ocurrió en agosto de 2014, cuando la equipe envuelta en la pesquisa realizó un experimento con 240 cajas de 20 quilos de bananas plata enana (casi cinco toneladas al total). Ellas fueron almacenadas en un conteiner refrigerado durante 25 días y, cuando fueron abiertas, el resultado no fue ni un poco animador: cerca de 25% de las frutas estaban maduras. Un agravante a la situación era la falta de tiempo para nuevos experimentos. La salida fue realizar este último teste, definitivo, pues el conteiner debería ser enviado a la Europa.

En este último intento (tentativa), el plástico que envolvía las bananas fue sustituido por otro más espeso y hermético, que garantizaría un cambio de gases menor entre el interior y el exterior del embalaje y la funcionalidad del absorbedor de etileno. Y así, en octubre, las nuevas cajas de banana plata enana fueron enviadas a Portugal.

En noviembre, el conteiner llegó de camión a Lisboa, después de ser desembarcado el puerto de Rotterdam, en Holanda. Cuando fue abierto, una sorpresa: solo tres conjuntos de la fruta habían madurado. “Fue un gran éxito!”, dijo Profesor Luiz Carlos, que consideró la experiencia un desafío para su carrera profesional. “Queremos contribuir con algo que tenga cierto impacto, que presente ventajas competitivas para Brasil. En el área de pesquisas con bananas, con cuales trabajos hace 30 años, fue bastante satisfactorio y enriquecedor”.

Además de haber alcanzado el objetivo inicial, Luiz Carlos afirma que la pesquisa aún no fue encerrada. Desde ahora, la equipe va a realizar evaluaciones económicas más detalladas, con la finalidad de realizar una bajada en los costes de exportación la banana plata enana. “Nuestra idea es intentar disminuir la concentración del absorbedor de etileno, la temperatura de almacenaje. Sintonías finas para optimizar, resalta el coordinador.